No. 15 | Mayo, 2023
Como líderes, sabemos de la importancia de los “basics” de una compañía. Tener una visión y misión bien definidas no solo inspira a los colaboradores, sino que también proporciona una dirección clara y un propósito compartido en toda la organización. Si la razón de ser de una compañía es tan fundamental, tiene sentido que los valores que la rigen también lo sean ¿cierto?.
¡Este es el fascinante tema de hoy!
Muchas empresas tienen sus valores escritos en algún bonito cuadro o presentación ejecutiva, pero son pocas las que los tienen verdaderamente permeados en toda la organización. Es fácil notar esto cuando visitas una empresa y, aleatoriamente, le preguntas a algunos colaboradores si pueden mencionar los valores o misión de la misma… el resultado es casi nulo.
Podría parecer un tema menor, pero quiero que imagines por un segundo cómo sería tu vida sin los valores que tienes. ¿Como serían tus decisiones? ¿Cómo orientarías a tus hijos sobre lo que es correcto o incorrecto? ¿Cómo sería no tener principios o ética y convivir con otros que tampoco las tienen? Seguro que suena a un mundo complicado, donde nadie sabría exactamente cómo proceder.
Lo mismo sucede con las organizaciones que no tienen sus valores interiorizados: frente a circunstancias adversas, no saben cómo proceder y, peor aún queda, cuando algunos líderes terminan imponiendo sus valores y creencias personales, que pueden no estar alineados con la misión de la empresa.
Hoy te compartiré algunas ideas que podrán serte útiles si deseas transformar tu empresa en una empresa de sueño, donde la inspiración sea el principal regente.
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¿Qué son valores?
Para empezar, es necesario comprender que los valores son principios por los cuales uno está dispuesto a vivir, de tal forma que se convierten en nuestro “modus operandi” (cómo se actúa consciente e inconscientemente). Para que eso ocurra, las personas deben “resonar” con ellos.
Además, los valores se reflejan en la cultura de una empresa. Si estos se basan, por ejemplo, en "ganar a cualquier precio”, o “las ventas son lo más importante”, es fácil prever la cultura empresarial que se establecerá: mucho individualismo y poca colaboración. Es un camino seguro hacia el fracaso esperar que las personas adopten un comportamiento específico (como ser colaborativo), cuando se les evalúa mediante métricas diferentes (como ganar individualmente basado en ventas).
De hecho, la dualidad es uno de los principales problemas cuando hablamos sobre valores. Imagina que una empresa tenga como valor “transparencia" y, al mismo tiempo, "confidencialidad”. Los colaboradores pueden quedar en duda si deben abrirse para ser transparentes unos con otros u ocultar cosas para preservar la confidencialidad.
Otro ejemplo es el de la autonomía y la colaboración. El primero significa que se premia a aquellos que toman decisiones proactivamente porque tienen libertad para hacerlo, mientras que el segundo se refiere a que las mejores decisiones se toman en conjunto para alcanzar objetivos comunes como equipo.
Así que los primeros pasos para hacerlo bien es recordar que los valores:
No son diseñados e impuestos. Si no resuenan con aquellos que los van a seguir, nunca habrá adherencia.
Deben ser absolutamente claros y sin dualidad.
Estar alineados con la misión y las métricas por las cuales se medirá a cada persona.
Vendiendo el sueño.
Si tu empresa por alguna razón no tiene valores establecidos, o estás pensando en reformularlos, me gustaría compartir contigo una idea inspiradora que escuché del Coach K. (Mike Krzyzewski), un famoso entrenador de baloncesto que ha ganado medallas de oro olímpicas y títulos mundiales con sus equipos, en gran parte debido a que trabajaba con principios y valores muy sólidos:
Mike enseña a sus equipos dichos conceptos, utilizando la siguiente metáfora:
"Imaginemos que intentamos derribar algo pesado con un solo dedo. En ese caso, corremos el riesgo de lastimarnos sin lograr mucho avance. Si utilizamos tres dedos, tal vez logremos mover el objeto, pero seguirá siendo difícil derribarlo por completo. Sin embargo, si unimos los cinco dedos y apretamos la mano como un puño, obtendremos una fuerza mucho mayor y aumentaremos nuestras posibilidades de éxito".
Esta es la fuerza de un equipo con valores; cinco, veinte, cientos de personas juntas siguiendo principios sólidos se convierten una gran fortaleza. Imagine, por ejemplo, que un equipo que siga los siguientes valores:
Comunicación (las personas viéndose a los ojos y demostrando interés en comprender el punto de vista del otro y hacerse comprender).
Confianza (lo que me digas, lo creo sin titubear)
Cuidado (compromiso claro uno con el otro; la sensación de que “cinco” son uno y que siempre están juntos en las peores crisis)
Integridad (walk the talk; lo que digo lo cumplo y lo que pido que otros sean, también lo soy)
Valentía (coraje de hablar siempre que sea necesario, de frente, y no ocultar nada)
No sé como resuena contigo, pero para mí sería extraordinario estar en un equipo donde estoy consciente que todos están comprometidos con los mismos objetivos y principios de “nadie queda atrás”, “en caso de crisis todos se apoyan” y “tener comunicación abierta para evitar malos entendidos", entre otros.
Esa es la fuerza de los cinco valores del puño cerrado, y es muy fácil que todos tus colaboradores lo comprendan usando el ejemplo mencionado.
Cómo definir TUS valores.
Algunos valores hacen más sentido para una compañía que otros.
Para Tesla y Netflix, la innovación es esencial; mientras que storytelling e imaginación tienen un mayor peso para Disney; para una empresa enfocada en servicios como Zappos, valores como la honestidad y la experiencia excepcional al cliente eran pilares importantes; Nike y Amazon buscan mejoras constantes, por lo que el valor "1% mejor" funciona perfectamente para ellos. En todos estos casos, los valores representan lo que espero que las personas en mi empresa “vivan”.
O sea, para que puedas definir bien los valores (o rediseñarlos), piensa en términos de comportamiento y acciones. ¿Cuáles serian esos principios que, al estar alineados con la misión y visión de la empresa, no solo traerían motivación al ambiente de trabajo, sino que también facilitarían la toma de decisiones?
Si no tienes las respuestas, aquí algunas ideas:
Un primer ejercicio puede ser involucrar a los principales stakeholders y preguntar directamente a cada uno de ellos sobre los 5 valores que parecen adecuarse a los puntos mencionados (misión, visión, etc.). Puedes hacerlo a través de encuestas, lluvia de ideas (brainstorming) o cualquier otro medio que se te ocurra. Seguramente tendrás una buena base para ir agrupando y diseñando lo que más refleje lo que deseas para la empresa.
Después de seleccionar los valores más importantes (digamos que tu lista final tenga ocho de ellos), puedes organizar un encuentro informal con tu equipo, como una comida, y llevar a cabo un ejercicio de "interpretación" de los valores elegidos.
Imaginando que uno de esos valores es el orgullo, puedes plantear la pregunta a cada miembro del equipo y descubrir qué significado le atribuyen a este “valor”. Algunos podrían expresar que sienten orgullo por la compañía debido a su crecimiento e innovación, mientras que otros podrían mencionar que sienten orgullo por sus compañeros de trabajo porque se apoyan mutuamente.
Otro caso sería el valor de la responsabilidad colectiva. Al plantearlo, algunos pueden asociarlo con la idea de que el trabajo en equipo es fundamental para lograr el éxito conjunto, mientras que otros pueden relacionarlo de inmediato con la noción de que existirán consecuencias negativas si el equipo no cumple con sus responsabilidades.
Este paso es crucial. Aunque tú tengas claridad en cuanto a la definición de los valores, no significa necesariamente que los demás también lo tengan claro. Incluso en temas aparentemente básicos como la integridad, las personas pueden interpretarlo de formas distintas.
Por tanto, es esencial brindar claridad y alinear las percepciones para garantizar una comprensión común de lo que cada valor significa y cómo se espera que se refleje en el día a día de la empresa.
Valores definidos… hora de vivirlos.
Nooooooooo.
No tan rápido; es importante destacar dos pasos adicionales. Durante el encuentro mencionado anteriormente, es fundamental fomentar una conversación sobre cómo se vería el valor en la práctica, para que los colaboradores puedan entender cómo aplicarlos en jornada diaria.
Por ejemplo, si hemos definido el valor “CUIDADO”, podríamos explicar que se trata de un compromiso mutuo en el que los colaboradores "se apoyan y cuidan entre sí". Sin embargo, es importante que se comprenda cómo se reflejaría ese valor en comportamientos o acciones concretas.
Para ello, podemos proporcionar ejemplos específicos y medibles, como mostrar interés genuino y empatía hacia los demás, estar dispuesto a ayudar, aunque no sea nuestra responsabilidad principal, o brindar retroalimentación constructiva para mejorar procesos.
El último paso es asegurarnos de que toda la empresa, en todos los niveles, comprenda los valores. Esto se puede lograr mediante la comunicación escrita, presentaciones y el uso de modelos a seguir que muestren cómo vivir los valores en la práctica.
No quería alargarme mucho, pero déjame decirte que el tema de los valores es realmente crucial para las empresas. A lo largo de mis más de 35 años en el mundo ejecutivo, he visto empresas enfrentar problemas enormes debido a la falta de una guía clara de valores. Asimismo he presenciado inversiones gigantescas, tanto en tiempo como en dinero, para crear valores grandiosos que, al final, nadie entendía ni sabía cómo implementar.
Pero también he tenido la fortuna de trabajar en empresas que poseían valores bien definidos y los respetaban. Y te aseguro que la diferencia es abismal. El resultado es un ambiente de trabajo saludable, dinámico, colaborativo, con baja rotación de personal, altamente productivo y con empleados felices.
Eso es lo que debemos aspirar como líderes y espero que en este post hayas encontrado inspiración para ello.
Acá algunos libros que recomiendo leer si quieres profundizar en temas de valores y cultura:
Como siempre, si tienes dudas tendré placer en contestarlas; es solo hacer reply a este newsletter.
¡Bonita semana!
"El verdadero valor de una empresa radica en la forma en que sus empleados viven y encarnan sus valores en cada interacción. Es en la práctica diaria, en las pequeñas acciones y decisiones, donde se construye una cultura fuerte y auténtica. Vivir los valores es la brújula que guía a una organización hacia el éxito sostenible y el impacto positivo en la sociedad".
- Indra Nooyi, ex CEO de PepsiCo.
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